Descripción
Hace quinientos años, Juan Sebastián Elcano se hallaba, junto a sus hombres, en una minúscula isla perdida en el otro extremo del mundo.
Había llegado hasta allí con la expedición de Fernando de Magallanes a la Especiería, rodeando el continente sudamericano y atravesando el océano Pacífico.
Pero los portugueses les pisaban los talones y pretendían capturarlos.
De ninguna manera. En aquel preciso momento,Elcano imaginó un plan perfecto: en lugar de regresar a casa por el mismo camino, en lugar de retornar hacia América, decidió continuar hasta el cabo de Buena Esperanza.
A todo trapo, desde Gipuzkoa hasta el mundo.