Descripción
La literatura del siglo XIX fue pródiga en tragedias, pero pocas tan conmovedoras como la de Quasimodo, el contrahecho
campanero de la catedral de Notre Dame, enamorado contra
toda esperanza de Esmeralda la zíngara y verdadero protagonista de una historia de pasiones encendidas que enlaza en
clave romántica con el mito de la bella y la bestia.