Descripción
Tras La guerra de las trincheras y ¡Puta guerra!, Tardi vuelve a demostrarnos que es el autor que mejor sabe plasmar el horror y el absurdo inherentes a todo conflicto armado. «Mi abuela Berthe nunca se sentía muy cómoda andando por la calle. Miraba con odio a todos los alemanes de cierta edad. Era desagradable… Estaba segura todo el rato de que acababa de cruzarse con el tipo que había matado a Collin, su primer amor, en 1916, en algún lugar del frente.» —Jacques Tardi